La persona que estudia hotelería sabe que lo que va a otrorgar no solo es un inmueble como un cuarto de hotel, o una reservación sino que va a convertir esto en una grata experiencia para el huésped, provocando sensaciones y sentimientos que lo harán permanecer en la mente del usuario.
Tiene la capacidad de estar atento a los mínimos detalles sabiendo que estos pueden ser la gran diferencia. Antepone el confort y el bienestar del huésped siempre.
Entiende su profesión y sabe trabajar mientras los demás descansan, tiene aguante al trabajo bajo presión y logra dar siempre la mejor imagen y sonrisa ante cualquier eventualidad. Sabe escuchar y gestionar quejas y comentarios como parte de su día a día.
El alumno de Hotelería tiene gran capacidad de reacción y debe saber trabajar en equipo para que todas las áreas o departamentos puedan caminar armoniosamente.
El Hotelero tiene muchas áreas de desarrollo pues tiene la capacidad de implementar sus conocimientos en diferentes centros de servicio tales como Hospitales, Centros de recreación, Spas, Clubs Turísticos, etc.